Impresionante el Concierto que hemos podido disfrutar el pasado Sábado 5 de Abril en San Isidoro el Real (Oviedo) a cargo de la
Unión Musical del Principado.
Pasadas las 20:30, comenzaron a sonar las notas de "
La Madrugá" de Abel Moreno. Terciopelo puro que llenó la iglesia de una calidez profunda y luminosa.
A continuación, "
Macarena", del mismo autor, nos trajo renovadas esperanzas con sus acordes alegres a la vez que solemnes.
Un nudo se nos puso en la garganta cuando nos llegaron las suaves melodías andaluzas de "
Caridad del Guadalquivir", marcha lenta compuesta por Paco Lola que la Banda interpretó de forma magistral.
Pero lo mejor estaba aún por llegar.
Una emotiva versión de "
Tras Tu Soledad" del Maestro Pacheco, arrancó los mayores aplausos de la tarde-noche. Lo cierto es que la joven formación se supera en cada Concierto que hacen.
"
Ora Pro Nobis", nos recordó de nuevo la visita del Beato Juan Pablo II a Covadonga, de la que este próximo verano se cumplirán 25 años. Los aires asturianos en el final de la marcha es un punto de partida en el estilo procesional de nuestra región.
En la última parte del Concierto, fuímos testigos privilegiados del estreno de 2 marchas, ambas del Maestro Pacheco, muy distintas pero con un punto en común de emotividad.
La primera de ellas, "
Oviedo de Pasión", dedicada a
Juan José Castro Celeiro, creador del Blog "
Oviedo de Pasión", y a
Oscar González García, colaborador habitual del mismo. En palabras del Maestro, es la marcha más personal e introspectiva que ha compuesto. El detalle de introducir pequeñas pinceladas del "
Mater Mea" o el "
Bendita la Reina" en honor a la Santina, dan empaque a una pieza que innova en forma y estructura respecto a sus predecesoras, ofreciendo un contrapunto de emociones y sentimientos a traves de su lenguaje musical.
El segundo estreno, "
Lágrimas de Amargura", es una marcha lenta, de corte clásico y muy diferente a lo que el Maestro Pacheco nos tenia acostumbrados. Dedicada a
Nuestro Padre Jesús Nazareno, el "Señor" de Oviedo, comienza con una melodía oscura e introvertida en forma de rezo que se va desarrollando. Los guiños al modo mayor nos dejan destellos de esperanza, pero el aire triste y denso de la música crea una atmósfera melancólica que nos atenaza. En su última parte, unas breves palabras recitadas emocionaron a los presentes, mientras que el fuerte sonoro de la banda hizo aflorar lágrimas y emociones para cerrar un programa memorable.
Pasadas las 21:30, el Maestro vuelve al escenario y nos da un regalo, el principio de una nueva marcha aún no terminada que se estrenará en 2015, "
Santo Entierro", dedicada a la Cofradía del mismo nombre que ha sido la organizadora de este magnífico Concierto. El principio, sobrecogedor y solemne nos deja con ganas de que llegue pronto la próxima Cuaresma para poder disfrutar de esta prometedora pieza.
La segunda propina de la noche fué un homenaje a todos aquellos hermanos que ya no están entre nosotros, así como a las fuerzas y cuerpos de seguridad que escoltan los pasos en las distintas procesiones, la
"Oración por los Caídos" con arreglo de Abel Moreno, supo traer a nuestra memoria a todas aquellas personas que en nuestro corazón nunca se han ido.
Como broche final, el "
Himno Nacional" clausuró un Concierto digno de enmarcarse dentro del Besamanos Solidario a
Nuestra Señora de los Dolores que organiza la Cofradía.
Gracias al Santo Entierro de Oviedo, gracias a la Unión Musical del Principado, y gracias al Maestro Pacheco.
El Martes Santo volveremos a disfrutar de estas sublimes notas, esta vez tras
María Santísima de la Amargura, por las calles de Vetusta.
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